Maca es uno de los distritos de Caylloma, se ubica
entre el nevado Walka-Walka y el Sabancaya. Lo que hace singular a este pueblo
no es solo la hermosura de su paisaje, sino también el hecho de ser el único en
el Valle del Colca que ha conservado la tradición de escenificar la captura y
muerte de Atahualpa, dramatización que los lugareños llaman Teatro Pizarro (Así
lo registra el libro La doncella sacrificada: Mitos del Valle del Colca, de Carmen
Escalante y Ricardo Valderrama, editado en 1997 por la UNSA y el Instituto
Francés de Estudios Andinos). Esta expresión “teatral” no es herencia exclusiva
de los maqueños, muchas comunidades andinas la representaban hasta mediados del
siglo veinte.
En los pueblos andinos, los relatos míticos, los
cuentos, las canciones son parte del sistema de tradición oral, conforme avanza
el tiempo sufren cambios y reinterpretaciones. Lo mismo el Teatro Pizarro,
cuyo antecedente más remoto está en el siglo XVI. Parece obvio señalar que la representación
de la captura y muerte de Atahualpa, para sobrevivir a ese “largo tiempo”, tuvo
que desarrollar cambios que estén acordes a la época. En 1962, Pedro Pablo
Quispe Chiwchi, poblador de Maca, al consultar un libro de Historia se da
cuenta de que “lo que hacían no era conforme”. Dice además: “cuando yo
nuevamente lo revivo, recién hicimos completo el teatro”. Quispe renueva,
entonces, el Teatro Pizarro y le da una versión escrita, que aparece en el
libro antes mencionado (Este hecho demuestra el prestigio de la
cultura escrita sobre la oral).
La readaptación de este poblador es la que se representa
en nuestros días (o, según los datos del libro, hasta fines del siglo pasado)
en Maca y en otros pueblos a los que PPQ y sus compañeros son invitados. Resulta interesante que los lugareños se refieran
al Teatro Pizarro como baile. Una tradición como esta no puede quedarse por
mucho siendo complemente “fiel” a la Historia, es decir, a la versión oficial
de esta. Al final de la versión descrita por Quispe Chiwchi, Atahualpa, después
de arrojar la Biblia –símbolo de la religión occidental–, es apresado y muerto,
entonces la banda de músicos toca el yaraví La muerte de Atahualpa; pero el
inca no muere, luego de estar tendido en el suelo, se levanta y baila con los
demás.
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